Reflexiones y Objetivos

El año 2020 ha estado marcado por la pandemia del SARS-CoV-2, que ha provocado una importante repercusión negativa sobre la actividad quirúrgica y trasplantadora, especialmente durante los meses de marzo y abril en los que las unidades de críticos han estado muy saturadas, presentando el período más crítico de la epidemia. La cifra total de trasplantes realizados durante el año se sitúa en la octava mayor de la serie histórica con 228 trasplantes de órgano sólido, permitiendo situar al C.H.U.A.C. en el cuarto puesto de los centros con mayor actividad de este tipo a nivel estatal.

Los programas de trasplante cardíaco y pulmonar han tenido un gran impacto a nivel de la actividad nacional, siendo el primero y segundo, respectivamente, en número absoluto de trasplantes en cada  programa.  En cuanto a la actividad del programa hepático, se debe reseñar que ha vuelto a liderar la actividad española, siendo el sexto en número de trasplantes. El programa de trasplante renal ha sido el más afectado por la situación epidemiológica de la pandemia, viendo reducida su actividad en un 20% respecto al año 2019, llegando hasta una reducción de la mitad en el programa de donante vivo. El programa de tejidos también ha presentado un descenso de un 30% en su actividad, manteniendo los 100 donantes en el 2020. 

La cifra de donantes orgánicos también se ha visto mermada por la epidemia, descendiendo hasta los 47 donantes orgánicos (32 donantes fallecidos y 15 donantes vivos).

La tasa de donación de donantes fallecidos en nuestro Hospital, pese al descenso, continúa encontrándose muy por encima de la nacional, con una cifra de 58.4 donantes/millón de población, mientras que la media nacional se sitúa en 37.4 donantes/millón de población.

El número de donantes en asistolia controlada (17) se ha mantenido estable, representando el 38% de las donaciones totales, siguiendo la tendencia de los últimos años y convirtiéndola en la donación que ha experimentado mayor crecimiento desde el año 2012. 

Después de la expansión del SARS-CoV-2 durante el año 2020, con la repercusión que ha tenido en todas las facetas de la vida, el 2021 con la llegada de la vacuna, se presenta lleno de retos: consolidar los protocolos de detección de donantes extra-UCI, mantener el impulso de la donación en asistolia controlada y promover campañas divulgativas de donación para intentar disminuir las tasas de negativas familiares.