Desde principios de los años 80 se utilizan en nuestro país un tratamiento para la insuficiencia renal crónica denominado diálisis peritoneal. Este método depura la sangre de las sustancias tóxicas que producimos y que normalmente se expulsan a través de los riñones. Para ello se inserta un catéter en la cavidad peritoneal y a través de este se infunde una solución dializante. La solución se mantiene en el  peritoneo un tiempo determinado durante el cual se produce un intercambio de sustancias. Posteriormente la solución saturada de estas sustancias es eliminada al exterior a través del mismo catéter.

Existen dos tipos de diálisis peritoneal. Una es la diálisis peritoneal continua ambulatoria, en la que el proceso de recambio del líquido depurador se lleva a cabo de forma manual por el propio paciente, de dos a cuatro veces al día, descansando por la noite. La otra es la diálisis peritoneal automática, en la que los recambios se llevan a cabo durante las horas de sueño, con la ayuda de una máquina automática, permitindo al  paciente un sueño ininterrumpido de noche y liberándolo de hacer diálisis durante el día. Las dos técnicas se realizan de forma ambulatoria en la casa del paciente, que tiene acceso telefónico, personal y directo a sus médicos y enfermeras cuando lo necesite, visitando el hospital solamente para sus revisiones rutinarias.